Una acción combinada sobre la calidad del aire por parte de las sociedades médicas y las organizaciones de pacientes

Existe una necesidad apremiante de actuar sobre la calidad del aire, tanto en términos de sensibilización y educación, como para tomar medidas activas para reducir los niveles de contaminación.

 

  • La calidad del aire en muchos países es mucho peor que la que recomienda la OMS en sus actuales Directrices sobre la calidad del aire;
  • La mala calidad del aire tiene efectos considerables en la salud;
  • Para muchas poblaciones vulnerables, no se está haciendo lo suficiente;
  • Los pacientes, los médicos y el público no están debidamente informados sobre los efectos de la contaminación atmosférica a corto y largo plazo en la salud; y
  • Los pacientes y los médicos carecen de conocimientos sobre cómo prevenir los efectos de la contaminación del aire en la salud.

 

Muchos profesionales de la salud ahora se enfrentan diariamente a preguntas y preocupaciones de los pacientes sobre el impacto que la mala calidad del aire puede tener en su salud. Esto es particularmente cierto para las personas que sufren de condiciones crónicas, tales como asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, enfermedad cardíaca isquémica, insuficiencia cardíaca y diabetes. Los niños corren un riesgo especial.

Aunque la evidencia científica se está desarrollando rápidamente, hay muchas brechas entre este conocimiento y la comprensión y conciencia pública, incluyendo:

• La necesidad de comprender plenamente los efectos a largo plazo que la exposición a la contaminación atmosférica tiene en la salud humana de manera comparable con otros factores de riesgo;
• Si vale la pena realizar un seguimiento personal de la exposición y, en caso afirmativo, cómo aprovechar plenamente los resultados;
• La necesidad de comprender qué medidas puede tomar un individuo para reducir la exposición, garantizando al mismo tiempo que se mantengan las actividades saludables y no tengan un impacto negativo en las actividades de la vida diaria;
• La necesidad de promover estilos de vida que contribuyan a la buena calidad del aire en todas partes; y
• La necesidad de comprender cómo los episodios agudos de mala calidad del aire pueden afectar la salud de los pacientes que viven con enfermedades crónicas y las acciones que deben tomar para protegerse.

Se necesitan mejores guías clínicas para los profesionales de la salud con consejos claros para dar a los pacientes con respecto a la calidad del aire a largo plazo y los picos agudos, para que esto se pueda integrar en el plan de atención de un individuo. La atención primaria también tiene el papel de informar a los pacientes que no están "en riesgo" sobre la calidad del aire. La información sobre la calidad del aire en general también debe ser consistente en todos los grupos de pacientes (respiratorios, cardiovasculares, diabetes, etc.). Las campañas de concienciación pública también son importantes para educar a los pacientes y al público.

APEPOC se compromete a crear conciencia sobre el problema y hacer de la reducción de la contaminación del aire una prioridad para todos.






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