Los niveles de contaminación atmosférica en Europa siguen sin ser seguros, especialmente para los niños

Según las evaluaciones de la calidad del aire publicadas el 14/09 por la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), es necesario seguir trabajando para proteger la salud de los niños y adolescentes de los efectos negativos de la contaminación atmosférica.
La contaminación atmosférica causa en Europa más de 1 200 muertes prematuras al año en personas menores de 18 años e incrementa significativamente el riesgo de enfermedad en etapas posteriores de la vida. A pesar de las mejoras registradas durante los últimos años, el nivel de los principales contaminantes atmosféricos sigue superando persistentemente las directrices de la Organización Mundial de la Salud, especialmente en Europa Central y Oriental y en Italia.

Si bien las emisiones de los principales contaminantes atmosféricos han descendido durante las últimas décadas, los niveles de contaminación atmosférica en Europa siguen sin ser seguros. Los niños y adolescentes son particularmente vulnerables a la contaminación atmosférica, ya que sus cuerpos, órganos y sistemas inmunitarios se encuentran en pleno desarrollo. La contaminación atmosférica perjudica la salud durante la infancia y aumenta el riesgo de sufrir enfermedades en etapas posteriores de la vida, según la nota informativa de la AEMA «Contaminación atmosférica y salud infantil». 

Se estima que la contaminación atmosférica causa más de 1 200 muertes prematuras cada año entre los menores de 18 años en los 32 países miembros de la AEMA. Aunque el número de muertes prematuras en este grupo de edad es bajo en relación con el total estimado para la población europea por la AEMA cada año, las muertes en edades tempranas representan una pérdida de potencial futuro y vienen acompañadas de una importante carga de enfermedades crónicas, tanto en la infancia como en etapas posteriores de la vida. 

Tanto la función como el desarrollo pulmonar de los niños se ven afectados por la contaminación atmosférica, especialmente por el ozono y el dióxido de nitrógeno (NO2) a corto plazo, y por las partículas finas (PM2,5) a largo plazo. La exposición materna a la contaminación atmosférica durante el embarazo está relacionada con el bajo peso al nacer y el riesgo de parto prematuro. Después del nacimiento, la contaminación atmosférica incrementa el riesgo de experimentar diversos problemas de salud, como asma, reducción de la función pulmonar, infecciones respiratorias y alergias. También puede agravar afecciones crónicas como el asma, que afecta al 9 % de los niños y adolescentes en Europa, además de aumentar el riesgo de padecer algunas enfermedades crónicas más adelante en la edad adulta. 

Hasta que se reduzca la contaminación atmosférica en general hasta un nivel seguro, la mejora de la calidad del aire en entornos como escuelas y guarderías y durante actividades como la práctica de deportes y los desplazamientos escolares, puede ayudar a reducir la exposición de los niños. 

La AEMA actualiza las mediciones hasta 2022: los niveles de contaminación atmosférica siguen siendo persistentemente elevados 

En 2021, más del 90 % de la población urbana de la UE estuvo expuesta a niveles perjudiciales de dióxido de nitrógeno, ozono y partículas finas (PM2,5). (...)

Accede al artículo completo en la siguiente página oficial de la Unión Europea:  https://www.eea.europa.eu/es/highlights/los-niveles-de-contaminacion-atmosferica

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