El IMC, la edad y el sexo afectan la respuesta humoral a la vacuna contra la COVID-19

La capacidad de generar respuestas inmunes humorales a las vacunas contra la COVID-19 puede verse reducida entre las personas que presentan un rango de peso igual o mayor a sobrepeso, son mayores a 47 años, y de sexo masculino, sugieren nuevos hallazgos.

Los datos pertenecen específicamente a la vacuna de ácido ribonucléico mensajero (ARNm), BNT162b2, desarrollada por BioNTech y Pfizer. El estudio fue realizado por investigadores italianos y se publicó el 26 de febrero como preimpresión en medRxiv.

El estudio involucró a 248 trabajadores de la salud que recibieron cada uno dos dosis de la vacuna. De los participantes, 99,5% desarrolló una respuesta inmune humoral después de la segunda dosis. Esas respuestas variaron según el índice de masa corporal (IMC), la edad y el sexo.

 "Los hallazgos implican que las mujeres, las personas en su peso y los jóvenes tienen una mayor capacidad para generar respuestas inmunes humorales en comparación con las poblaciones de hombres, con sobrepeso y mayores", publicaron el Dr. Raul Pellini, profesor del Istituto Regina Elena de la red del Istituto di Ricovero e Cura a Carattere Scientifico (IRCCS) en Roma, Italia, y sus colaboradores.

"Hasta donde sabemos, este estudio es el primero en analizar la respuesta a la vacuna contra la COVID-19 en correlación con el índice de masa corporal", señalan.

"Aunque se necesitan más estudios, estos datos pueden tener implicaciones importantes para el desarrollo de estrategias de vacunación contra la COVID-19, particularmente en personas con obesidad", escriben.

 Si los datos son confirmados por estudios más grandes, "dar a las personas con obesidad una dosis adicional de la vacuna o una dosis más alta podrían ser opciones a evaluar en esta población".

Los resultados contrastan con los ensayos de vacunas de Pfizer/BioNTech

El hallazgo del índice de masa corporal aparentemente contrasta con los datos finales del ensayo clínico de fase 3 de la vacuna, que se informó en un suplemento de un artículo publicado el 31 de diciembre de 2020 en The New England Journal of Medicine. En ese estudio, la eficacia de la vacuna no difirió según el peso de los participantes.

Cuando se le pidió que comentara, Akiko Iwasaki, Ph. D., profesora de inmunología en el Howard Hughes Medical Institute e investigadora de la Facultad de Medicina de la Yale University en New Haven, Estados Unidos, señaló que, aunque el estudio italiano actual mostró niveles algo más bajos de anticuerpos en personas con obesidad en comparación con las personas que no tenían obesidad, el ensayo de fase 3 no encontró diferencias en las tasas de infección sintomática.

"Estos resultados indican que incluso con un nivel ligeramente más bajo de anticuerpos inducidos en personas con obesidad, ese nivel era suficiente para proteger contra una infección sintomática", dijo Iwasaki a Medscape Noticias Médicas.

 De hecho, el Dr. Pellini y sus colegas señalan que las respuestas a las vacunas contra la influenza, la hepatitis B y la rabia también se reducen en las personas con obesidad, en comparación con las personas con un peso en rango normal.
 

Sin embargo, dicen, fue especialmente importante estudiar la efectividad de las vacunas contra la COVID-19 en personas con obesidad, porque la obesidad es un factor de riesgo importante de morbilidad y mortalidad en COVID-19.

 "El estado constante de inflamación de bajo grado, presente en las personas con sobrepeso, puede debilitar algunas respuestas inmunes, incluidas las iniciadas por las células T, que pueden matar directamente las células infectadas", señalan los autores.
 

Hallazgos publicados en la prensa británica

Los hallazgos del estudio italiano fueron ampliamente cubiertos por la prensa no especializada en el Reino Unido, con titulares como, La vacuna de Pfizer puede ser menos efectiva en personas con obesidad, dice un estudio La vacuna de Pfizer: las personas con sobrepeso podrían necesitar una dosis mayor, dice un estudio italiano. En los periódicos sensacionalistas, algunos titulares eran un poco más estigmatizantes.

 Los informes enfatizan que la investigación italiana se publicó como una versión preliminar y no ha sido revisada por pares, o "aún no ha sido examinada por otros científicos".

 La mayoría señala que solo había 26 personas con obesidad entre las 248 personas del estudio.
 

"Siempre supimos que el índice de masa corporal era una enorme predictor de pobre respuesta inmune a las vacunas, por lo que este trabajo es sin duda interesante, a pesar de que se basa en un pequeño conjunto de datos y es un informe preliminar", dijo a The Guardian Danny Altmann, Ph. D., profesor de inmunología en el Imperial College London, en Londres, Reino Unido.

 "Confirma que tener una población vacunada no es sinónimo de tener una población inmune, especialmente en un país con alta obesidad, y enfatiza la necesidad vital de programas de monitoreo inmunológico a largo plazo", agregó.
 

Las respuestas de los anticuerpos difieren según el IMC, la edad y el sexo


En el estudio italiano, se asignó a los participantes (158 mujeres y 90 hombres) a recibir una dosis de vacuna BNT162b2 con un refuerzo el día 21. Se recolectaron muestras de sangre y nasofaringe al inicio del estudio, y 7 días después de la segunda dosis de vacuna.

 Después de la segunda dosis, 99,5% de los participantes desarrollaron una respuesta inmune humoral; una persona no respondió. Ninguno resultó positivo a SARS-CoV-2.
 Los títulos de anticuerpos de unión al SARS-CoV-2 fueron mayores en los participantes más jóvenes que en los mayores. Hubo diferencias estadísticamente significativas entre los de edad igual o menor a 37 años (453,5 AU/ml), en comparación con los de 47 a 56 años (239,8 AU/ml; p = 0,005), los de edad igual o menor a 37 años y menores frente a los mayores de 56 años (453,5 frente a 182,4 AU/ml; p < 0,0001), y los de 37 a 47 años frente a los mayores de 56 años (330,9 frente a 182,4 AU/ml; p = 0,01).
 La respuesta de los anticuerpos fue significativamente mayor en las mujeres que en los hombres (338,5 frente a 212,6 AU/ml; p = 0,001).
 Las respuestas humorales fueron mayores en personas con índice de masa corporal dentro del rango de peso normal (18,5 a 24,9 kg/m2; 325,8 AU/ml) y aquellas con índice de masa corporal dentro del rango de peso bajo (<18,5 kg/m2; 455,4 AU/ml), en comparación con personas con sobrepeso, definido como un índice de masa corporal de 25 a 29,9 kg/m2 (222,4 AU/ml), y aquellos con obesidad (IMC ≥30 kg/m2; 167,0 AU/ml; p < 0,0001). Esta asociación se mantuvo después del ajuste por edad (p = 0,003).
 "Nuestros datos enfatizan la importancia de un estrecho seguimiento de la vacunación de las personas con obesidad, teniendo en cuenta la creciente lista de países con problemas de obesidad", señalan los investigadores.

 La hipertensión también se asoció con títulos de anticuerpos más bajos (p = 0,006), pero perdió significación estadística después de la comparación por edad (p = 0,22).
 "Creemos firmemente que nuestros resultados son extremadamente alentadores y útiles para la comunidad científica", concluyen el Dr. Pellini y sus colaboradores.

 Los autores han declarado no tener ningún conflicto de intereses. Iwasaki es cofundador de RIGImmune y es miembro de su consejo asesor científico.
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