La contaminación: causante del 11% de las muertes en España y el 20% de la media mundial

El cálculo, el más completo realizado hasta la fecha sobre la contaminación mundial y sus efectos sobre la salud, lo ha encabezado la Universidad de Harvard en colaboración con tres universidades británicas (Birmingham, Leicester y College London). En torno a 44.600 personas mayores de 14 años mueren cada año en España debido a la contaminación.

En el conjunto del planeta, la investigación concluye que una de cada cinco muertes (20%) está causada por la contaminación atmosférica provocada por el uso de combustibles fósiles, como el carbón, la gasolina o el gasóleo. Los dos grandes focos de contaminación mundial son China y la India, que suman casi las dos terceras partes de las muertes, aunque el análisis insiste en la tendencia positiva observada en ambos países.

El anterior gran estudio en esta materia, el “Global burden of disease study,” calculaba que el total de muertes en el mundo ocasionadas por las partículas en suspensión en el aire, incluidos el polvo y el humo de los incendios forestales y las quemas agrícolas, eran 4,2 millones anuales. La nueva investigación, publicada en la revista “Environmental Research”, duplica esa cifra y concluye que 8,7 millones de personas murieron en 2018 y solo a causa de los combustibles fósiles.

“No es ninguna sorpresa –sostiene Paco Segura, coordinador de Ecologistas en Acción–. Va en la línea con otros estudios y con la advertencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre que la contaminación es la principal causa de mortalidad a la que nos enfrentamos. El problema es que “no son muertes fulminantes”, sino que normalmente el aire que respiramos “ merma la calidad y la esperanza de vida, lo que genera menos alarma” que otras situaciones, según advierte.

Las principales enfermedades que causa la contaminación son los accidentes cardiovasculares o respiratorios, el asma, las alergias, el envejecimiento prematuro de los pulmones o cáncer de pulmón y las deficiencias en el sistema inmunitario, entre otras. Pero también puede afectar al rendimiento escolar o al desarrollo cognitivo en niños, porque los colectivos más afectados, según Segura, son los ancianos y los menores, así como las personas con problemas respiratorios previos.

“Esperamos que al cuantificar las consecuencias para la salud de la quema de combustibles fósiles podamos enviar un mensaje claro a los responsables políticos y las partes implicadas sobre los beneficios de una transición a fuentes de energía alternativas, sostiene Joel Schwartz, profesor de Epidemiología Ambiental de Harvard y uno de los autores del estudio.

La principal novedad de la investigación es el uso de un modelo de química atmosférica en 3D, creado por la NASA, que ha permitido a los expertos dividir el globo terráqueo en una cuadrícula y medir así los niveles de contaminación en pequeñas casillas.
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